domingo, 11 de marzo de 2012

Ruidos Nocturnos

Es de noche. La casa está en silencio. Estoy en mi cama. Acabo de ver tesisOigo un ruido en medio de la oscuridad y me entra el miedo. Meto la cabeza debajo de las sábanas y trato de no pensar en asesinos. Es imposible. Cuanto más lo intento menos lo consigo. Mi cerebro empieza a trabajar a toda velocidad mostrándome imágenes de películas de terror en las que la víctima está sola en casa en medio de la noche. Entonces, oigo de nuevo el ruido. Primero una puerta que se abre...luego algo que bota en el suelo. Empiezo a sudar. Sé que debería levantarme y salir al pasillo. Pero no lo hago. Estoy paralizada en mi cama. 
...
Al cabo de un rato el ruido ha cesado. Me dispongo a reírme de mis miedos y a dormir cuando vuelvo a escuchar un ruido. Ésta vez mucho, muchísimo más cerca. Quien sea que haya en la casa está detrás de mi puerta. Por un momento deseo volver a tener cinco años, que mis padres estén en casa y poder ir corriendo a refugiarme en su cama. Pero no puedo. Afino el oído esperando que el ruido termine. Y oigo arañazos. Me levanto de la cama temblando. Oigo un lamento cercano. Entonces sonrío. Y me siento estúpida. 
Abro la puerta y miro al suelo. Ahí está Luna mirándome.
-Claro, pobrecita, tenías miedo.
Me contesta con un suave ronroneo y de un salto se arrebuja en mi cama.
Detrás de Luna, un poco alejado, está Inu mirándome con expresión culpable. Le llamo y le dejo pasar, en silencio se acurruca al lado de Luna. Sabe que no soy capaz de enfadarme con él.
Antes de meterme en la cama con mis gatos, miro al pasillo y veo una pelota de goma aún rodando (¿De dónde la habrá sacado?). Luego me giro y veo a los dos bultos que duermen respirando acompasadamente. Y pienso, mientras me meto debajo de la manta, que cuánta razón tiene quien dijo que si hubiera que elegir un sonido universal para la paz, votaría por el ronroneo.


...El Paraíso nunca será Paraíso a no ser que mis gatos estén allí esperándome...(Anónimo)

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