domingo, 6 de octubre de 2013

Ya no te quiero


-¿Qué? Pero... ¿Va enserio?
-Sí, tía. Estamos todos alucinando.
-O sea, que se casa... Pero si él no era de casarse. Lo de firmar un papel para demostrar que está enamorado no es su estilo. Bueno, eso decía...
-Ya. Si es que yo no sé qué cojones le ha pasado. Es ridículo. ¡Se va a casar para divorciarse en un mes! Y no podemos hacer nada desde aquí, porque se casan allí, en Caracas.
-Bueno, igual le sale bien. A. no es tonto.
-No, no era tonto. Ahora es un capullo integral. Lleva meses sin hablar con ningún colega, sin una triste llamada y el otro día ¡pum¡ nos suelta la bomba. Yo de verdad que no comprendo a este tío.
-Pues espero que no se equivoque...
-¡Se está equivocando! Y lo sabes. Tía... ¿Por qué no hablas con él? A nosotros no nos hace caso.
-¿Yo? Qué va.
-Ya, lo entiendo, pero es que no sabemos qué hacer para que dé marcha atrás...
-Bueno, mira, yo que sé. Hace tiempo que me dejó de importar lo que hiciera o dejase de hacer con su vida.
-Ya...
-Me voy. Un beso, cuídate.
-¿Saludos de tu parte a A.?
-Me da lo mismo.

Por primera vez en mi vida soy sincera con estas palabras. Me da exactamente igual. Ya no te quiero. Doy media vuelta mientras le digo adiós con la mano a tu amigo. Me alejo sonriendo. Ya no te quiero.



(Para una persona muy especial que prometió quererse, amarse y respetarse a sí misma todos los días de su vida).

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